sábado, 30 de junio de 2012

Sverige.




Sábado ajetreado, tanto que mis pies ya ni siente ni padecen, pero ha merecido la pena porque he visto a mi tía que está ingresada y necesitaba una visita, ya que hacía tiempo que no la veíamos y luego nos hemos recorrido todo el barrio de las letras en busca de algún restaurante que nos gustase a todos y por último hemos acabado en el IKEA. Tienda que amo por todo los medios ya que a mí me gusta mucho la decoración de la casa y las pequeñas idioteces, y a veces insignificantes y casi inútiles, que venden allí. Y como no, porque es sueca. Nada más entrar, sin exagerar, ya me he cogido una vela, de las que me declaro super fan. Me encanta tener un montón de velas encendidas por mi habitación.También, como no, iba directa a los utensilios de repostería porque este verano me ha dado por eso, cosa que notaréis en el blog de aquí en adelante. Cuando hemos salido me he topado con un cartel que ponía Tienda sueca con alimentos propios del país y como no he dicho, mamá, solamente por tener un frasco de algo que esté escrito en sueco, pago. Y así ha sido, me lo he pagado yo, la mermelada se la va a comer mi madre, ¡pero es de Suecia y está en sueco! Es que lo siento, pero es como cuando veo algo de Estados Unidos, tanto los ojos como el corazón se abren y se llenan de alegría y algo de allí me tengo que llevar. Lo confieso, soy bastante caprichosa y me gusta todo lo que veo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario