Siempre que veo, leo y oigo injusticias, historias de personas que son muy tristes, situaciones difíciles por las que se pasan todos los días, historias de amor imposibles, frases o incluso una simple palabra que están pensadas y dichas con el corazón y que verdaderamente te llegan y te hacen recapacitar. Todo esas cosas y muchas más que a veces son indescriptibles, me hacen llorar y que las lágrimas salgan de mis ojos tan rápidas como relámpagos, y parezco tener un manantial dentro de mí en el que el agua que contiene es infinito y no importa cuanta cantidad salga, nunca se agotará. No sé nunca que me pasa cuando ocurre esto, cuando escucho o veo ese tipo de situaciones, lo que sí sé es que me afectan bastante, como si fuese yo las que las estuviese viviendo, aunque no es así. Me meto bastante en la piel de la otra persona, y lo sufro, mucho. Pero tiene que haber una razón para que pase esto, simplemente algún daño o alguna situación que haya vivido en la que haya tenido un miedo increíble y aterrador, y cada vez que esas historias vienen a mí escomo recordarlo, pero por mucho que intento averiguar qué es, sigo sin encontrar respuesta. ¿Qué fue lo que pasó que me hizo tan débil? Yo antes no era así.
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